Quizás no estamos habituados a ver a los papás ayudando a hacer las tareas escolares, en la reunión de padres representando a ambos o en consulta con el pediatra, no, no estamos habituados debido a la norma cultural, pero lo cierto es que lo hacen, pasa todos los días, es la magia excepcional de lo cotidiano
La celebración del Día de la Madre es una de las efemérides más famosas de las que se tenga registro. En buena parte del mundo se celebra el segundo domingo de mayo, pero en algunos países se conmemora en distintas fechas. En todo caso, esta conmemoración le quita brillo a la de los padres, que se celebra el tercer domingo de junio, este mes la conmemoración será el día 21, por lo que nos adentramos de lleno en la fiesta de los papás. ¿Entonces, te has preguntado por qué la celebración del Día del Padre es menos ruidosa que la celebración de las madres? En la cultura encontramos las respuestas, por tradición se considera que el peso de la crianza de los hijos recae en la madre partiendo del hecho de que solo las mujeres paren, como si ello fuera una condición sine qua non para que la madre asuma la responsabilidad, pero —como dijimos— es una matriz cultural bastante alejada de la realidad, porque los padres también se involucran en la crianza de los hijos.
Si bien es cierto que el padre promedio se preocupa de proveer las necesidades básicas, paga por la salud, la educación, alimentación, vestido, calzado, y no se involucra mucho en las necesidades afectivas y emocionales, también es cierto que hay millones de padres dedicados al ciento por ciento a sus hijos. Este artículo celebra a los padres del mundo, especialmente a los padres solteros que dedican su vida a la formación de sus hijos. Quizás no estamos habituados a ver a papá con delantal puesto metido en la cocina preparando la cena, o levantándose de madrugada para hacer el desayuno, sacar a los niños de la cama, asegurase de que se cepillen los dientes, abastecer la lonchera y salir de prisa hacia el colegio.
Quizás no estamos habituados a verlos ayudando a hacer las tareas escolares, en la reunión de padres representando a ambos o en consulta con el pediatra, no, no estamos habituados debido a la norma cultural, pero lo cierto es que lo hacen, pasa todos los días, es la magia excepcional de lo cotidiano.
Apoyo paternal
Los padres son figuras fundamentales en la formación del carácter de los hijos, a menudo puede que los varones se identifiquen más con el padre y las hembras con la madre, pero la verdad es que una figura de autoridad es necesaria en casa. Esa figura de autoridad es el papá, él es el garante de la disciplina, del equilibrio entre lo permisivo y el respeto y acatamiento de las reglas. La figura paternal es primordial en el comportamiento social de los niños, y de esa figura, de sus enseñanzas, de sus afectos, se moldeará gran parte de la personalidad de ese niño, adolescente y fututo adulto.
El apoyo paternal es imprescindible, tan importante como el de la madre. Un padre amoroso, comprensivo, detallista y motivador, de seguro es más respetado y efectivo que un padre autoritario que, en lugar de infundir respeto, infunde miedo y alienta sentimientos perjudiciales y mucha confusión. Sobre el apoyo paternal cabe aclarar que “apoyo” no se refiere a “aprobación”, los niños y jóvenes con frecuencia confunden el apoyo con la aprobación. Un padre que apoya las decisiones de sus hijos no necesariamente las aprueba, pero el mérito está en aceptar esas decisiones, apoyarlos en todo momento, hacerles ver si se trata de una buena o mala decisión, pero nunca dar la espalda, por el contrario, extender la mano y acompañar siempre.
El factor biológico
Este punto es un tanto polémico y no podemos dejarlo de lado. La figura del “padre” no está supeditada al factor biológico, ya que muchos padres excepcionales son adoptivos, en el ámbito popular se les llama “papás de crianza”. En la sociedad moderna es común ver a hombres que asumen el papel de “papás” de los niños de sus parejas de una relación anterior. Y asumen este rol con responsabilidad, con vocación, con amor y con entrega. Los papás de crianza son tan importantes como los biológicos, sabemos que muchos padres biológicos no se involucran en la crianza de sus hijos, por lo que la figura de “padre” trasciende con creces este factor.
Ser padres es una experiencia que modifica los planes a largo plazo, implica sacrificios y renuncias, es una labor que requiere del esfuerzo del hombre y de la mujer, es el ideal de familia, pero si no es posible y es papá quien conforma “una familia de dos miembros”, ese mérito, ese valor es incalculable. ¡Un gran aplauso para los papás dedicados!